Él es hermoso ahí dormido, yo un espanto de ácido, lejos de boquitas pintadas, pero él hermoso, con sus locos y todo pero hermoso. Escucho música que antes pensaba que era un mierda, pero era una tonta. Yo era una tonta. Porque ahora me conmueven más cosas, y si… el saxofón ese es medio grasún, pero igual me gusta. Si cierro los ojos la imagen se aclara, como cuando ves una peli y enseguida ves el noticiero, como que ves una imagen real y otra no. Eso tal cual me está pasando. Además distingo cada uno de los cambios de luz, y por eso es que veo las cosas como si se alejaran y se acercaran. Ahora Tears for Fears de nuevo, muy gay lindo lindo lindo,
Pero ahora pienso en la Hayworth, como Puig. Esa fantasía me gusta, la de escuchar a las señoras hablar de sus cosas, la de los ruleros, una divina pero por dentro un desastre. Ojo, me gusta la fantasía… nada más… en la vida no no no no no no no no no no, en la vida amor y amor, menos llanto, que sí lo hay… porque lo hay… pero que sea de pimpinela que sea una exageración como el amor incestuoso de los pimpinela pimpinela, los posta. Que yo no sé si se llaman con doble L a la italiana… pero ellos la juegan de españoles: Lucía y Joaquín, que estuvieron entongados con un capo de la pesada militar de los setenta. Que era el manager o algo así. Gerardo me contó, que el tipo había amenazado a no se qué revista. Mafia capisce pero sin Al Pacino ni Deniro.
Llanto de hacer un loco porque no tengo qué ponerme, ese que se va cuando entra él y dice que no, que estoy linda, que vamos. Siento que me va a explotar la cabeza porque pienso mil cosas al mismo tiempo y son ya como las diez… si… menos cuarto ya. Conflicto temprano tarde temprano tarde temprano, el huevo o la gallina. Porque es de día y todavía no me acosté y no dormí y cuándo voy a dormir si hago mil cosas, pero él hace más y yo no quiero que haga nada, quiero que haga sólo lo que lo pone bien, sólo eso que hace que ponga esa cara hermosa irrepetible, esa cara hermosa que rebalsa de rubio todo inunda de rubio cuando está contento. Y en la playa, eso sí, contento pero en la playa, que yo quiero arena blanca y agua calentita pero con poco agua viva. Todos contentos en la playa.
A la Jo también la quiero ahí, porque es hermosa y se ríe amplia sin vueltas, no tiene vueltas Jo cuando se ríe. Cuando está triste la Jo es rara, mira para abajo, dice qué voy a hacer mariana varias veces, se le llenan grandes grandes los ojos de agua y cuando pestañea ahí recién se caen las lagrimotas, nada es pequeño petit con la Jo, ella por dentro es chiquitita, es una chiquitita envuelta en una tana increíble fantasía coca qué pretende usted de mí. La miro y pienso que quiero seguir viéndola para siempre ahí de amiga que me defienda de novios que hagan locos y me cuente barbaridades de otros que no conozco como si fueran de toda la vida. Que me diga todas las maldades todas las porquerías que tenga adentro y nos riamos como locas de esas cosas que nunca nunca vamos a decir en otro lado y pienso mirá Jo cuando seamos viejitas y salgamos por ahí a hacer ojitos y a putear violentos. Ahora es como si pudiera sentir todo con mi piel como si pudiera tocar todo lo que está a mi alrededor, nivel molecular. Parece como si él se estuviera moviendo, pero no, está quietito quietito durmiendo hermoso. Me voy a la ventana.
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