miércoles, 15 de abril de 2009

Cuando un amigo se va


Ayer vino la veterinaria y le dio la pichicata a mi perro para que pasara a mejor vida. Literalmente. Porque su vida los últimos días fue un envenenamiento de a poquito. Garufa tenía 18 años, de hecho hoy sería su cumpleaños. Fue el perro de mi infancia, de mi adolescencia y de esta adultez sin Garufa. 

El jueves había empezado con que no quería comer nada de nada y así estuvo sin comer y sin tomar agua hasta que le enchufamos suero de prepo el sábado por que no sabíamos qué hacer. Mi mamá lo acariciaba y le decía "garu... comé algo..." Pero él no quería saber nada. Y después le hicieron unos análisis. 

El comité familiar decidió que la verdad que ninguno estaba para que sufra el bicho, que lo queremos, que vivió 18 años, que ya está, que para qué. Entonces el lunes nos dieron los resultados por teléfono, y al final dieron mal mal mal, porque los glóbulos blancos altos y los rojos bajos y que si fuera humano necesitaría un transplante y diálisis y miles de cosas más que por un perro no se hacen. 

La flia nuevamente deliberó y resolvimos que si queríamos demostrarle cuánto lo queríamos a Garu, lo teníamos que dejar ir. Pero había que contratar una persona que lo empuje con inyecciones porque Garufa solo, con lo terco que sabía ser, era capaz de vivir como 2 meses así lánguido y flaquiiiiiiiiito como estaba. 

Entonces yo llamé a la vet sin comprensión que un poco más me acusó de querer matar a mi perro, entonces mamá llamo a la vet hija de puta que le dijo que había que internarlo porque valía la pena el esfuerzo no te parece? Y mamá que se puso a llorar por esa vetlaconchadetumadre, y yo que me acordaba que al perro de C lo ayudó una vet que más que vet era una animal. 

Por fin ayer vino la vet copada. Se sentó, explicó, y todos lloramos muchos. Un par de pichicatas y Garufa ya estaba del otro lado. Mi perro. El que tengo desde hace 18 años. En otro lado que no es mi casa. 

Yo pensé que me iba a poner triste pero en cambio me puse muy triste y encima hice unos locos ayer que preguntale. El equis no me aguanta y yo no quiero hacer nada para T ni para F. 

Yo sólo quiero llorar a mi perro 18 años más.

3 comentarios:

Silvina Medina dijo...

Pobre Garu, ese perro merecía una película biográfica de esas que hacen para ganar óscares.

Yo tuve mi propia escena zoológica hoy cuando un gato intruso quiso a toda costa meterse en mi casa y destrozarla, mientras mi gato hermosa-creatura-del-cielo-perfecto hacía ruidos guturales de un regístro de barítono yugueslavo.
Asi que hice la escena famosa de la mulata que corre con la escoba a TOM y a Jerry y después estaba para el RIVO y el JUANCITO DANIEL.


Un beso que ya pasa, es un tironcito y la curita no está más.

Pimpinela dijo...

Gracias Pésame Mucho...
Por cierto... nuestro amigo Marco Pollock tiene un dvd de cartoons prohibidos por racistas, la mulata de Tom y Jerry entra en la categoría, gritando Tomáaaaaaaaaaaaaaaaasssssssss!

El inconsistente dijo...

Me hiciste llorar con el relato. Me mataste...

Me estaré poniendo viejo?

Besos