domingo, 13 de diciembre de 2009

Hit the road Jack

Epifanías de fin de semana en medio de vapores de alcohol y otros humos.
La flor más linda del viernes me dijo que estoy hermosa, ella justo, que se calzó el mejor vestido 60's y flotaba por el teatro ese como mariposa de noche y también vino la Jo que como siempre iluminó todos los cuartos.
Pasó un rato y apareció un recuerdo. Quiero hacer un viaje le dije al E, cuando pasaron los 10 seg de nudo en el pecho. Hablan igual, son muy parecidos. Después estuvo bien, después me acordé cuánto lo quería al E y a la E cuánto los extrañé este tiempo.
Y después E me dijo lo que nadie y yo lo entendí. Hit the road, hit the plane, go, total cuánto tiempo voy a tardar en resolver los problemas que mi aventura europea me generen. Hablamos un rato largo y les dije que estaba bien y fue verdad, una verdad clara brillante de lentejuelas. Lo dije un par de veces, contenta, convencida, esperanzada, un poco triste. Todo verdad, y eso que podría haberles hecho la perfo, para quedar como la mejor. Pero no, para mi sorpresa ni una lágrima, nada.
Al otro día se me borró la revelación viajera hasta por lo menos las 7 de la tarde, con el agua de la ducha en la cara y en cada golpe de gota fuerte -porque mi ducha es genial- iba recordando las palabras sabias del neo ex cuñado. Y mientras me ponía los tacos y hacía de cuenta que me maquillaba y doppo en el remis a Carapachay (que por cierto es en vicente lopez y no en australia) se me construía la idea, llamado a U y J mediante que me felicitaron por la decisión.
El sábado entre besos y coronas, el domingo entre Violencia y milanesas, todo siguió conspirando para el complot perfecto. Llamado a la Que me Dio el Ser y el Estar que confirmó que puedo retornar al hogar con la cola entre las patas pero el pasaporte sellado y listo el pollo. Armo los petates, meto todo adentro y me largo, sin portazo eh, que una está contenta, por primera vez en largos meses y como le dije a un amigo muy lindo, la comida tiene gusto ahora y los domingos son geniales.
Hoy, domingo genial, me pongo a ver pasajes y delirios. Violencia acostada en mi falda, el maquillaje corrido por la siesta del año, el recuerdo de una semana plagada de placer y cada vez menos pimpinela.


No hay comentarios: